"El inmigrante que arriba es desembarcado por cuenta del Gobierno, es hospedado por cinco días, recibe ayuda en los trámites aduaneros y guía en sus primeros pasos, se le ofrece toda la información necesaria para una colocación conveniente, y finalmente es transportado al punto elegido para su residencia.
Esto se realiza gratuitamente a través de funcionarios nacionales que hablan todos los idiomas, siendo el inmigrante completamente libre de seguir o no sus consejos. Es por ello que quien desee emigrar a la República Argentina puede hacerlo con toda confianza, ya que aunque no cuente con parientes o conocidos puede tener la certeza de encontrar en toda la república funcionarios que lo protegerán hasta que conozca los usos y costumbres del país.
Los jornales en esta temporada de recolección son de 30 a 45 pesos fuertes (cada $f vale 5 liras italianas), con alojamiento y comida. La estación más propicia para la llegada de agricultores es de principios de octubre a fin de enero. Los agricultores que dispongan de un capital de 2 a 3 mil francos pueden venir en cualquier momento.
Ningún país del mundo ofrece mejores ventajas al agricultor y al ganadero.
Clima templado y sano, tierra a buen precio y fértil, fácil de trabajar y que produce todo el año; prados vastísimos, bosques seculares; todas las especies de ganado a precios módicos imposibles de hallar en otras regiones; grandes líneas ferroviarias, soberbios rios interiores navegables; comunicaciones casi diarias con Europa, instituciones iguales a las de Norte América, incluso más liberales para los extranjeros ya que pueden convertirse en propietarios sin comprometer su nacionalidad.
En territorio nacional, las parcelas de tierra se obtienen sin dificultad ni esperas, a razón de 2$f por hectárea, pagaderos en 10 años sin interés. Cada familia puede comprar entre 25 y 400 hectáreas. Las primeras cien familias de cada Colonia reciben 100 ha gratuitamente..
En cada una de las 14 provincias existen leyes particulares para la transferencia y venta de terrenos de cultivo en centros poblados, que se pueden comprar a precios igualmente módicos, y en algunas provincias pueden obtenerse gratuitamente.
En las colonias ya establecidas las familias agrícolas y los buenos trabajadores encontraran puestos de trabajo con facilidad, y préstamos de los propietarios que poseen más tierras de las que pueden cultivar."
Hay tanto en este pequeño anuncio que no sabemos ni por dónde empezar. Es por eso que preferimos no decir nada, o mejor, les preguntamos a ustedes:
¿Qué les llama la atención en este texto?
Con cariño,
El Equipo
