Carta publicada en una tradicional columna de consejos y ayuda de un diario norteamericano:
Querida Abby:
Mi problema es inusual, espero que puedas ayudarme. Soy un hombre casado seguro de mí mismo y uso faldas. Las polleras son más cómodas que los pantalones (...) uso faldas en casa, cuando salgo a hacer trámites y para ir a la iglesia. El clérigo no ha presentado ninguna objeción al respecto. (...) mi esposa y yo llegamos a la conclusión de que la única razón para no usar faldas es la presión social en ciertos países.
Nuestro problema es que algunos familiares se oponen a ésto, y han hablado a nuestras espaldas diseminando rumores y predisponiendo a la gente en contra con falsedades.
¿Cómo les hago entender que tienen derecho a sus creencias, pero que no deberían difundir habladurías ni crearnos problemas, ya que no estoy haciendo nada malo?
Joe de Pennsylvania
En los Parnasos de la alta costura se plantea el mismo asunto. El suplemento de Moda del NYTimes informa que las faldas para hombres aparecen en los recientes desfiles de alta costura de John Galliano y Comme des Garçons, entre otros. La notable The Sartorialist se suma al debate planteando una duda crucial: ¿ruedos debajo o arriba de la rodilla? Marc Jacobs las ha incluido con frecuencia, e incluso él mismo ha lucido lindísimas polleras:
Lejos de las pasarelas, cerca del mundo sin glamour de la gente común y corriente, una empresa norteamericana promueve activamente el uso de polleras para hombres y provee del vestuario a los Joe de Pennsylvania y sus colegas, algunos de los cuales se retratan orgullosamente vistiendo polleras en sus trabajos de profesor o policía, en el camping, etc:
Casualidad o no, al mismo tiempo que el Equipo de Proyecto Tiresias elabora el informe sobre faldas masculinas el tema llega a una radio local. Mientras algunos pocos oyentes se quejan de la carencia de faldas para hombres en el mercado, la mayoría se manifiesta en forma burlona y y comentarios sardónicos, siguiendo la línea de pensamiento que se resume en: “son todos putos”.
Con respecto a Joe de Pennsylvania, la respuesta de la columnista consejera fue opuesta: “adelante con las faldas, mientras tengas firmeza testicular y piernas esbeltas, las habladurías son propias de gente insignificante”.
El Equipo de Proyecto Tiresias quiere saber qué hay detrás de esta movida: ¿anhelo de libertad o exhibicionismo? ¿Originalidad o mero negocio? ¿Qué será más fuerte: la comodidad de las piernas libres, o el deseo de ser diferente a los demás en un suburbio anónimo?
Los dejamos con una imagen del venerable Tiresias usando falda de lino rústico.
Con cariño,
El Equipo de Proyecto Tiresias
Fuentes: NYT, Dear Abby, Sartorialist, faldas para caballeros.
